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Personajes y acontecimientos de lejana

CORTÁZAR, Julio. “Lejana”. En su libro: Obras Completas III. 3a edición. Barcelona: RBA Coleccionables, S.A., 2006. 115-122 Personajes y acontecimientos en Lejana En el relato del escritor argentino Julio Cortázar, Alina Reyes es la protagonista, quien nos cuenta, por un diario su historia y la historia de una mujer, que parece ser el alter ego de ella, la cual vive en un lugar totalmente desconocido para ella, pero siguiendo el desarrollo de los acontecimientos la mujer será cada vez más existente en su imaginación, aunque el diario no es escrito continuamente, o sea, varios días pasan sin aparecer en ello. Hasta que al final llegan a encontrarse y supuestamente pasa un cambio de identidades, aunque en eso no podemos estar seguros, tal vez es solo el producto de la imaginación de la protagonista. El cuento posee un personaje, que se divide en dos y los demás actores no tienen mucha relevancia. Esos actores son Nora, la hermana de Alina, Luis María, el esposo de ella y un hombre, cuyo nombre no sabemos seguramente, tal vez se llama Rod, Erod o Rodo, pero lo que sí sabemos, que es el marido de Lejana. Cortázar pone el acento en un actor femenino. El primer personaje que aparece es Alina Reyes, una chica de buen estatus social, una joven elegante, lleva una vida tranquila en Buenos Aires con su madre y con su hermana, pero ese tipo de vida le parece bastante aburrido, y además de todo eso, tiene sueños con otra persona. Sobre eso Cortázar hace un tratamiento especial. Como Alina no puede dormir, entra en un juego de palabras. “Así paso horas: de cuatro, de tres y dos, y más tarde palíndromas. Los fáciles, salta Lenin el atlas; amigo, no gima; los más difíciles y hermosos, átale, demoniaco Caín, o me delata; Anás usó tu auto, Susana.” (p. 115). En estos acertijos Alina cada vez más se acerca a una mujer misteriosa, que no es la reina, Alina Reyes, sino una mendiga de otro país. Como escribe de eso en su diario también, “A veces sé que tiene frio, que sufre, que le pegan. Puedo solamente odiarla tanto, aborrecer las manos que la tiran al suelo y a ella también, a ella todavía más porque le pegan, porque soy yo y le pegan.” (p. 116) Alina es incapaz de identificarse con su mundo cotidiano, por eso piensa vivir en una imaginación, para poder refugiarse en este entorno. Lejana, así se llama la persona, con quien Alina sueña y de quien no sabemos casi nada, solo que vive en un país lejano, quizás por eso se nombra así. Es el segundo personaje del relato, que tal vez es Alina misma, que sufre, porque su marido la maltrata y golpea. Es la misma persona, que le da el nombre al cuento. La historia registra en el diario de Alina, pero no habla solo de su vida cotidiana, sino nos cuenta sus fantasías también. De hecho consigna, sobre todo, los extraños sueños de Alina sobre la figura desconocida, es pobre y muy distinta a ella. Una mujer, que vive en Budapest. El punto de vista de Alina frente a Lejana cambia varias veces, mientras Lejana va ganando terreno en la vida o mejor dicho en la mente de Alina, a veces lo odia, otras veces siente ternura por ella. “Puedo solamente odiarla tanto” (p. 116), “A veces es una ternura, una súbita, y necesaria ternura hacia la que no es reina y anda por ahí” (p. 117). Alina está cada vez más afectada por sus visiones relacionadas con Lejana, “Así es peor, cuando conozco algo nuevo sobre ella y justo estoy bailando con Luis María” (p. 116), por lo tanto la apariencia de la otra mujer no influye solo la vida de Alina, sino sus relaciones cotidianas también. Los diferentes días señalados en el relato presentan diferente relación entre las dos mujeres. Primero se encuentran por la noche, cuando Alina no puede dormir, pero después ya interviene al día también. Y eso da como resultado el cambio de sentimientos, que tiene Alina hacía Lejana . Hasta que llega un punto, cuando Alina siente una necesitad de estar con Lejana, incluso prepara un plan para así poder conocerla. Se casa y pide a su esposo, que la lleve de luna de miel a Budapest. Él accede y así Alina logra su objetivo y viaja a Budapest para encontrarse con la otra mujer. La segunda tarde sale a caminar sola por la ciudad. Su intuición la guía al puente sobre el Danubio, donde ya le espera la harapienta mujer, de pelo negro y lacio, la Lejana. Alina por un momento quiere retroceder, “y de pronto un deseo de dar la vuelta, de volverse a la ciudad conocida.” (p. 122), pero en el momento siguiente una y otra se miran y caminan hasta la mitad del puente, donde han llegado sin saber las razones, como si sus almas se hubieran puesto previamente de acuerdo. Al encontrarse frente a frente sin saber por qué se abrazan, durante el cual, Alina y Lejana cambian sus identidades, para que la primera se quede en Budapest y la segunda regrese al hotel, donde le espera su marido, Luis María. En el abrazo una de las dos mujeres llora, pero no sabemos, que es Alina o Lejana. En esta última parte ya no es Alina, quien nos cuenta sobre la mendiga y del frio de Budapest, que siente por los zapatos rotos, mientras entra la nieve en ellos, sino un narrador omnisciente, que nos adelanta que eso ocurrió dos meses antes de su divorcio, con lo cual se refuerza que Alina mantuvo su imagen, pero cambió su identidad dejando de ser amable. El autor permite al lector darle continuidad a la historia usando su propia imaginación. Ya que no sabemos que pasa exactamente con los dos personajes, no sabemos quién es el yo y quién es la otra persona. Nos da la posibilidad imaginar cómo sería la vida de las dos, después del intercambio que se genera en ambas. En resumen, tal vez existe alguien, en algún lado del mundo, con quién nada tenemos que ver, pero con quién podríamos intercambiar nuestras identidades. Alina se convierte en la otra y la otra en Alina. Aunque puede ser que este encuentro no sea real solo una imaginación de Lejana en la que se refugiaba como Alina para luchar con su vida. Por lo tanto Lejana es real y Alina solo una personalidad inventada de ella para poder sobrevivir las golpes y maltratos de su marido. Al final, esa personalidad cambia gracias al intercambio de identidades que realmente significa que Alina se encontró a sí mismo, por cual puede dejar su marido y empezar otra vida. Por otro lado puede ser, que es una crítica social también, porque primero nos presenta la riqueza, con la vida de la burguesa, que tiene una vida bastante agradable y en contraste con eso, después se trata de la pobreza. Tal vez con eso Cortázar quiere demostrarnos, que de repente podemos perder todo lo que tenemos y de un día al otro podemos quedarnos sin dinero. Y por consiguiente hay que empezar una vida nueva que está en contra de lo que ya nos acostumbramos y eso supuestamente no será agradable y por lo tanto nuestra personalidad también cambiaría. Anita Turóczi